Un centenar de docentes andaluces aprenden a educar el talento emprendedor con nuestro programa

07/11/2018

Cádiz acoge esta formación que promueve el entrenamiento de la competencia emprendedora en el aula a través de la metodología del Aprendizaje basado en Proyectos (ABP).

Un centenar de docentes de distintos centros educativos de Andalucía han vuelto a sentarse en los pupitres para aprender a educar el talento emprendedor. Esta es la experiencia que comparten desde ayer un centenar de docentes que participan en la formación «Cómo educar el talento emprendedor» que celebra la Fundación Princesa de Girona en Cádiz. Esta formación, que cuenta con el apoyo de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, ofrece a los profesores las claves para entrenar la competencia emprendedora en las aulas y, además, los acompaña en el diseño y la implantación de proyectos emprendedores en sus centros.

La formación presencial, que hoy vive su segunda jornada y finalizará el próximo 29 de noviembre, hace hincapié en la necesidad de no confundir el talento emprendedor con el talento empresarial. Según se explica en el argumentario del curso, "no todos los alumnos crearán en un futuro una empresa. Sin embargo, todos deberán emprender en su vida personal y laboral, deberán innovar y buscar nuevas respuestas. Por ello, deberán tener talento para emprender”. En estas jornadas de formación impulsadas por la Fundación Princesa de Girona, los docentes participan en dinámicas de grupo donde trabajan sus habilidades creativas guiados por un equipo de expertos. La FPdGi cuenta con el partner científico Fundación Trilema que es la entidad gestora del programa.

Más allá de la teoría
Una vez concluyan las sesiones formativas, los docentes pondrán en práctica todo lo aprendido en sus centros educativos donde impulsarán un proyecto de emprendimiento. Para llevarlo a cabo, contarán con el apoyo de un grupo de expertos. El programa «Educar el talento emprendedor» persigue el reto de introducir la competencia de aprender a emprender en la práctica ordinaria de los docentes y configurar así auténticas escuelas emprendedoras en las que el emprendimiento sea un quinto pilar en la educación como ya lo son las competencias de aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir.